El Camino del Cuerpo
El Rostro Si recordamos volver a lo largo de nuestro día y respirar y practicar el centrarnos, podemos comenzar a explorar dónde están las tensiones en nuestro cuerpo. Es una práctica completa en sí misma. Podemos comenzar tomando conciencia de las tensiones que tenemos en nuestro rostro. Llevamos gran parte de nuestra personalidad en las tensiones de nuestro rostro. Si nos damos cuenta de nuestro rostro, veremos cuánto sin darnos cuenta, estamos haciendo muecas, entrecerrando los ojos, tensando los músculos de nuestra mandíbula o cuello, frente, orejas, cuero cabelludo. Toda nuestra zona facial es una masa de tensiones en constante cambio. Si pudiéramos permitirles que se relajen más, en realidad comenzaríamos a experimentar la desaparición de algunos de nuestros rasgos de personalidad. Esto suena descabellado, pero es cierto. Si permite que su rostro se relaje, incluso si pone una leve sonrisa en su rostro, cambiaría todo su estado de ánimo y posiblemente crearía una nueva apertura con alguien. Tómate un momento para notar cualquier tensión en tu rostro. ¿Puedes relajarte y dejarlo ir? Que esa sea tu práctica de hoy. -- Quería compartir que, precisamente, en esta imagen de la foto, que me tomara Alvaro Parada, no tengo un rostro muy común. De hecho puedo reconocer que ese es el rostro que muestro cuando estoy en una conversación escuchando activamente. Lo no común no es que no escuche activamente, sino que a uno le saquen y aún menos que publique una foto hoy día, donde no esté sonriendo o mostrándose aparentemente feliz. Me gusta sonreír, eso es verdad, por dicha, de ahí que muchos piensan que siempre estoy feliz. Pero cuando ví esta foto, me sorprendí. Puedo reconocer que estoy escuchando activamente, no solo con mis oídos, sino con toda mi experiencia, con la escucha que te da la piel o la memoria de tu cuerpo. Mi expresión no solo habla de mi escucha, sino de mi cuestionamiento. Escuchar activamente desde mi cuerpo para filtrar la verdad de lo ajeno. -- Acompañamiento en Terapia Gestalt y Corporal. Agenda tu cita: [email protected] / (+34) 622 170 516 'Cuidar de uno mismo es cuidar de los demás, y viceversa'.
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EL HIJO
F es un joven de 20 años que viene a terapia por primera vez, después de visitar a otros psicólogos y médicos, que no encuentran una respuesta a lo que le pasa. La primera impresión que tengo es la de un chico tranquilo y tímido, a la vez que amable y curioso. Cuando comenzamos la sesión se muestra bastante abierto y con necesidad de hablar. Como muchos de nosotros, F habla de lo que lo que pasa, pero no concreta el motivo. F ha tenido algunos trastornos del sueño y ansiedad durante los 2 últimos años, y aunque las pruebas médicas no han dado resultados concretos, su madre esta preocupada y él también desea saber que le está pasando. F habla de todo lo que pasa en su cotidianidad, sus estudios, las relaciones con los amigos, la familia, la relación con su padre..., todo aquello que parece estar presente en su vida. Pero F enfatiza algo con total claridad, se siente 'estancado'. F es hijo único de una familia desestructurada donde la situación familiar se vio truncada por el alcoholismo de su padre, y la posterior separación de ambos. F expresa no saber como posicionarse dentro del núcleo familiar. Como en otras sesiones, acompaño a F entablar un diálogo con su padre, que se vuelve profundo desde el primer momento que iniciamos el juego del role-playing. Poco después, invito a F a ponerse de pie y verse a si mismo desde otro lugar de la sala, lo que lo lleva a percibirse de otra manera en relación a su padre, tener otra visión de esa conversación. Esto hace que F se de cuenta de que su padre le exige ser de una determinada manera, concretamente con la superación en sus estudios (para que no le ocurra lo que a él le ocurrió). Mientras que F también desea que su padre deje el alcohol y la manera en la que se relaciona con él, y con su madre. A partir de ese momento F cambia la manera en que percibe a su padre y las situaciones pasadas asociadas a él. F le expresa lo que siente y piensa, y llega a un acuerdo que cambia su relación actual con él, siente mas energía y determinación, mas ganas de moverse, salir del estancamiento. Acompañamiento en Terapia Gestalt y Corporal, Presencial u Online. Haz tu cita: [email protected] / (+34) 622170516 M viene a consulta por segunda vez. En la primera ya emergió el tema de la muerte de su madre entre todos los temas latentes. Ya entonces le comenté que era interesante atender ese asunto, pues solo con nombrarlo, M casi rompe a llorar.
M me introduce que su madre falleció hace más de 20 años por una enfermedad y que desde entonces no ha podido olvidarla, pero últimamente su recuerdo está aún mas presente haciéndola sentir una profunda tristeza. Yo, tengo la sospecha de que hay algo no resuelto e intuyo que esta relacionado con el consuelo. Le propongo a M que recupere la memoria de su madre en el momento de su muerte, haciéndola presente a través del método de la silla vacía. Inmediatamente M empieza a llorar. Se hace obvio que la hecha de menos y menciona que ella era aún muy joven cuando su madre se fue, sin esperar su muerte. M expresa muchísima tristeza y un dolor en el pecho a la altura del corazón. Invito a M ocupar el lugar de su madre, la cual llora desconsolada. Reconoce haber sufrido mucho por la enfermedad que se hizo aún más dura en los últimos días de vida, sintiéndose incapaz de mostrarse desde ese lugar y haber expresado el amor que sentía por sus hijas. Cuando M vuelve a su silla, espeta a su madre no entender que se marchara tan pronto, lamenta su partida y le pide que se quedé siempre cerca, de ella y sus nietas. Al cambiar de lugar, su madre sigue llorando desconsolada, dice sentirse triste y afirma, que está bien donde está, le pide perdón y lamenta que no hubiese sabido manejar las emociones que la hicieron enfermar. M comprende ahora a su madre al ponerse en su lugar, siente que, curiosamente, aunque ya no esté, es ella quien la puede consolar. Traer el recuerdo del contacto con su piel, sus abrazos, su suavidad, hacen que se consuele, su corazón encuentra paz. Asimismo, su madre, también encuentra consuelo cuando M ocupa su lugar, reconoce el amor a sus hijas y nietas, sabe que siempre podrá estar a su lado, en la memoria, en los abrazos. Se funden en un abrazo. Acompañamiento en Terapia Presencial u Online. A partir del 4 de Enero. Agenda tu cita. Félix Arjona [email protected] / (+34) 622170516 AUTORETRATO
Recientemente, en una breve conversación con una querida amiga acerca de los tiempos que corren, cuestionabamos acerca de donde reside realmente el éxito, si en la obtención de ciertos logros económicos o profesionales o en sentir paz en nuestro corazón. * A veces despierto en la mañana deseando un cambio en mi vida. Es como un soñar despierto la llegada de una gran noticia, algo que hará cambiar mi vida de manera sustancialmente positiva. Cuando me sumerjo en ese sueño, aunque a veces no tenga una forma concreta, siempre esta relacionado con un avance profesional o económico que llega de forma inesperada. Ocupar un cargo o recibir una cuantía económica que hará que mi situación vital actual cambie radicalmente. Entonces, hago contacto con mi Félix del futuro, al cual reconozco feliz y sonriente, y que me mira y me dice: 'Solo llegarás a ser feliz como yo, siendo feliz ahora'. En ese momento, salgo del sueño de 'soñar despierto', y me despierto en el otro sueño, el de la realidad, y doy gracias... por estar donde estoy, amar y ser amado, tener salud y una gran familia que me quiere, reconocer el valor de que vivir cada día es un éxito, reconocer el milagro. * Hace unos meses, coincidiendo con el Equinoccio de Otoño, mi madre y yo hicimos limpieza del trastero de la casa donde he vivido durante años y donde he almacenado todas esas cosas que soy incapaz de soltar, pensando que algún día dejaré de existir si lo hago. No ha sido fácil deshacerme de aquello que tuvo un valor personal y aún menos cuando está vinculado a lo que soy ahora, aquello con lo que me he identificado. Abrir la puerta de ese trastero era como entrar en otra dimensión, la de mi subsconsciente y darme cuenta de TODO lo que allí había almacenado. Cada caja, cuadro, cuaderno o carta, era un viaje a un Félix que ya no está, pero que viaja conmigo en la memoria, de otros momentos, otras personas, otros relatos. Me pregunto entonces, si esta memoria viajará conmigo siempre, si lo necesito, y que milagros me esperan, ¿cuál es el regalo?. * Ultimamente me doy cuenta de que llevo todo el año haciendo balance del año. * Fotos de cuadros pintados entre mis 18 y 19 años. Foto: Jasmine Verspeet Durante mi adolescencia, cuando conseguía lo que quería y esto no se ajustaba a la idea que tenía mi padre, éste me llamaba con tono despectivo 'Vividor'. Durante años me sentí señalado por esa palabra, le atribuí una connotación negativa que me pesaría cada vez que conseguía mis propositos. Culpable.
Pero un día llegué a comprender el significado literal de esta palabra, 'el que vive', 'persona laboriosa que busca y encuentra medios de vida'. Reconozco que a partir de entonces, mi autoestima cambió. Si siempre hubiera hecho lo que mi padre esperaba de mí, sin cuestionarle o darle prioridad a mis valores, aunque no tuviera claro cuales eran, si lo que sentía, nunca hubiera comprendido que lo que dice la autoridad no es necesariamente la verdad, ni la realidad, ni siquiera la de mi autoridad interna, solo un punto de vista diferente de la vida o, más bien, de lo que ocurre en ella. * La jugada es clara. Si necesitamos respirar para vivir, y respirar se convierte en algo peligroso, es como si el mensaje dijera 'vivir es peligroso', pero sin el 'como si'. * Apelar a la culpa del otro es evadir la responsabilidad. Siempre es más fácil decir que 'alguien me contagió' que decir 'me contagié, no puse el cuidado que necesitaba'. Ni ahora, ni antes, y además esto es lo que me toca vivir, porque no puedo controlar la vida, ni puedo estar por encima de ella. * Mi policía interno, viene de mi ignorancia, la propia, la ajena ya hace lo que puede. Si mi Papá me mentía cada vez que no sabía decir 'no sé', por no sentir su insignificancia, y yo me creía sus palabras, mi realidad tiene mas de mentira que de realidad. Y, en mi miedo a sentirme descubierto, voy creando mentiras que se ajusten más a la realidad convencional, que la que yo quiero crear. Repito la farsa, el miedo al rechazo, la soledad o la no pertenencia. El miedo a la muerte, la de mi Ego. * 'Cuidar de uno mismo, es cuidar de los demás, y viceversa' · Sesión de Acompañamiento en Terapia para Hombres · Próximo Curso Online 'Círculo de Hombres en Movimiento'. Más info y reserva: [email protected] / 622170516 Foto: Jasmine Veerspet ¿DÓNDE BAILAN LOS HOMBRES? Me hago esta pregunta después de asistir al último círculo de hombres. Juego a imaginar que todos los hombres del planeta aprenden a bailar, tremenda fantasía. Pero cuando se trata de jugar a ‘te imaginas que...’, a mi me gusta ganar. Yo no lo sé. No sé donde bailan los hombres. * Si sé que para bailar, hace falta sensibilidad. A los hombres ya los tenemos, solo falta la sensibilidad. Deconstruir el patriarcado, es deconstruir la autoridad patriarcal. La interna. La externa es solo un reflejo de la que he interiorizado. Por eso necesito ir adentro, cuestionar y desaprender mis propias estructuras patriarcales. Cuestionar mi autoridad interna, es hacerme preguntas. Cuestionar si aquello que he aprendido, esta bien para mí o no. Requiere mi atención, observar todo el fenómeno, que aspectos piscoemocionales y que actos están involucradas en esto que he aprendido. Requiere de un ajuste creativo en mi manera de percibir la realidad, tal y como lo he hecho hasta ahora, y ponerme en disposición de movilizar todos los recursos que estan a mi alcance para generar ese cambio. En definitiva, poder dar una respuesta nueva, una que 'a priori', me aporta mayor bienestar, me hace sentir mejor. Dejar de poner en manos de una autoridad externa mi propia integridad personal, es un acto revolucionario y un camino hacia recuperar mi libertad personal. Reconocerme desobediente de mis propias creencias y dogmas. Ser consciente de lo que siento, pienso y hago, me permite atravesar la sombra y vivir la alquimia necesaria para transformar aquello que me esta pasando. * Y respiro... Y me da miedo. Tengo miedo a equivocarme, miedo a errar, al fallo. Miedo a dañarme, a hacer daño. Tengo miedo a lo que piensen, que no me quieran. Tengo miedo al rechazo, no ser adecuado. Y respiro... Y siento miedo. Y dudo. Me siento confuso. Y mi confusión me asusta. Y me da rabia. Y siento miedo de mi rabia. Y siento rabía y vulnerabilidad. Y respiro... Siento mi vulnerabilidad. Mi vulnerabilidad es mía. Es mía y de nadie más. Y mi vulnerabilidad es frágil y sensible. Y me gusta mi fragilidad y mi sensibilidad. Y me gusta mi vulnerabilidad. Acompañamiento en Terapia para Hombres. Presencial u online (Zoom o Google Meet) Jueves 15.30h - 21h. Viernes 15.30 - 18h. Haz tu cita ahora llamando al 622170516 (Félix) Llevo acompañando a T varias sesiones. Hemos avanzado bastante en su desarrollo personal y siente que le está ayudando a conseguir un objetivo personal concreto. T esta atendiendo una serie de entrevistas de valoración personal profundas para obtener una idoneidad, que de superarlas, le harán conseguir su proposito, y se convertirá en un proyecto vital a largo plazo. Pero al llegar hoy, dice estar bastante nerviosa y con el estómago revuelto.
Mientras T antes sentía miedo y se cuestionaba si lograría su objetivo, ahora siente miedo de conseguirlo y no saber manejarlo una vez comience ese proyecto. El conjunto de su relato, nos ayuda a reconocer a una T que ha tratado de controlar lo que ocurre en su vida en las últimas semanas, sino meses o años, y mas concretamente, con respecto a su proceso actual. La llamamos la 'T controladora', grande, fuerte y acaparadora. A partir de ese momento, le pido a T que se levante y observe a esa parte suya, con distancia, en el espacio. Esto hace que, de inmediato, pueda reconocer a otra parte suya, opuesta, colocada en frente de 'la controladora', la cual reconoce como frágil, pequeña y vulnerable, la llama 'la sensiblona'. Entonces descubrimos la polaridad, el conflicto presente. T se percata que ambas estan muy lejos, distantes una de otra. 'La Controladora' mira para otro lado ignorando a 'la Sensiblona'. Mientras, la sensiblona, reclama su espacio, necesita sentir, divertirse, y sobretodo, emocionarse. La controladora, siente miedo y desconfía de ella, la considera demasiado loca, para tomar decisiones, comandar su vida. La sensiblona, necesita pensar menos, bajar a su cuerpo, perder el control. A partir de aquí acompaño a T para que ambas partes dialoguen, reconozcan que lugar y función ocupa cada una de ellas en su vida, abriendo un espacio para la comprensión, la conciliación e integración. Sesiones de Acompañamiento en Terapia, Gestalt y Corporal. Presencial u online (Zoom o Google Meet). Pide tu cita llamando al número de móvil 622 170 516 (Félix). Horarios: - Jueves: de 15.30 a 21.30. - Viernes de 15.30 a 18.30. EL BESO
En la película de Wonder Woman, ella dice que el amor puede salvar al mundo. Creo que Diosito también dice eso. Los 3 anhelamos un mundo mejor. *** Tomamos el tren dirección a Málaga. Hemos pasado un fin de semana intenso, tanto como la luna llena en Aries. El ambiente es denso, el tren anterior nunca llegó, y nosotros seguimos en la inercia de las vacaciones eternas. El momento huele a despedida, pero con sabor a continuará. El tren llega llena de gente gris. Nos mantenemos pegados al asiento, sentados uno junto al otro manteniendo la cercanía de seguridad que hay en la confianza y alegría. Ella me pregunta: Amor, ¿me das un beso?. De inmedato nuestras bocas se acercan, no sin antes bajarnos la mascarilla. Nos besamos, apasionadamente, como en las películas, como en la nuestra. La sensación es rara, aunque sabemos que no hacemos nada malo, nos sentimos observados, algo se mueve entre la provocación y la envidia. Todos somos humanxs. Todo es ciencia ficción. * ** Fritz Perls decía que la sociedad esta llena de gente gris, y no precisamente porque hayan encontrado el camino del medio, sino porque están sin vida, automatizados. A veces pienso que esta gente, las del tren, es la misma que se autolesiona viendo los informativos. Insensibilizados hacía ellos mismos. Adictos a pantallas de farsa emocionalidad. Expertos de la miseria ajena, invidentes de la propia. Enmascarados en la falsa seguridad, inyectados en desconfianza. Esperando ansiosamente la nueva temporada de COVID-19. No, yo no soy responsable de tu contagio. Tampoco fuí educado para sostener mi dolor. Hago lo que puedo con lo mío. Creo que alguien tenía que decirlo. ¿Te puedo ayudar?. *** Hace poco, algunas de mis alumnas en yoga me preguntaban que podían hacer para mantener el centro ante esta situación actual de alarma. Les dije que pensaba que para mantener tu centro, primero hay que crearlo. Que para mí es como un refugio, una casa interior, un lugar donde puedes ir cada vez que lo necesites, a estar en calma, a sentir amor, cerrar los ojos y sentir paz en tu corazón. ¿O acaso has visto alguna imagen de Buda meditando con los ojos abiertos? Haz clic aquí para editar. Foto: @aoifecaseyart LOS LÍMITES
Es la primera vez que M viene a terapia. Nos sentamos en la sala y después de un momento de silencio, invito a M a que me cuente que le pasa. M se muestra nerviosa y dice que tiene demasiados frentes, que no sabe por donde empezar. Le digo a M que empiece con aquello que sienta mas presente, más latente o actual. A lo que responde que, 'no sabe decir que no, no sabe poner los límites.' M continua diciendo que esta cansada, que hay una parte de ella 'salvadora' que trata de ayudar a todo el mundo, y se está dando cuenta que pierde mucha energía, con las consecuencias que esto tiene para su salud psicoemocional. M reconoce este patrón desde el pasado y que a veces le cuesta tanto poner los límites, que siente diluirse hasta perderse a si misma. Entonces, le propongo a M que entremos en una dinámica de acompañamiento donde pueda dialogar con esa parte agotada, la 'salvadora', para que pueda reconocerla y saber que beneficios obtiene con esa actitud, en las relaciones con los demás. M se muestra un poco asustada al principio, pero poco a poco le ayuda a percatarse de los patrones que desarrolla como 'salvadora', y de la tendencia de este rol, esta parte de ella, de ocupar este lugar, para ser vista, sentirse amada. Al colocarse en el otro lado del diálogo, de inmediato, aparece una M mas honesta y asertiva. Ésta, puede reconocer que la M 'salvadora' no es más que una víctima de ella misma, un personaje que usa, una y otra vez este papel, para evitar el contacto real con quien es, para no ocuparse de ella misma, no tomar las riendas de su vida. A partir de este momento, M se da cuenta de que necesita poner límites y que estos deben empezar con ella misma. Es a partir de aquí, que M abre la posibilidad de conciliar e integrar ambas partes para aprender a, poner los límites afuera, en sus relaciones, recuperar su salud y su energía. ... ¿Te gustaría aprender a decir no y poner tus límites? Porque un no a tiempo, es un sí a la vida. ... Sesiones de Acompañamiento en Terapia Gestalt y Corporal. Presencial y Online (Zoom). Sesiones de 1h 15''. Martes y Jueves / 5pm a 9pm (GMT España). Envía un mensaje privado. Foto: Alvaro Parada @alvaro_parada_photos Este verano me invitaron para ofrecer Danza Integral al Ecstatic Community Retreat en la Finca al Limón. Al empezar hice una pequeña intro de la propuesta. Félix... micrófono... que peligro, me dije.
Mientras que los participantes llegaban, me nació compartir una reflexión sobre una pregunta que me hicieron durante otro retiro este verano. ¿Qué es para mí la espiritualidad?. En ese momento me quedé en silencio. No sabía que contestar. Como en una de esas películas donde la memoria hace un subito flashback vital antes de morir, me hice consciente de que desde pequeño, siempre he tenido una fuerte relación con la espiritualidad. Recuerdo que en el colegio, cuando el ambiente en la clase era demasiado ruidoso, apoyaba mi frente sobre el pupitre, respiraba profundo y cerraba los ojos para calmarme, o como a veces soñaba sentarme en loto y como ave rapaz, sobrevolaba los tejados del barrio ampliando mi visión y posibilidades. Una vez me disfracé de 'Místico' en unos carnavales, y me osteopata dice que tengo un cuerpo espiritual, como un claro canal entre el Cielo y la Tierra. Durante años he seguido diferentes corrientes espirituales y he realizado diferentes tipos de prácticas y meditaciones, y toma de plantas medicinales, en una búsqueda de conexión con mi verdad y mi espiritualidad. He meditado en el centro de Paramahansa Yogananda en Berlín, con Budismo Camino del Diamante en España hasta recibir el Phowa 'transferencia de la consciencia al momento de la muerte', por parte del Lama Ole, bautizándome con el nombre de 'Beneficio permanente para los demás', y he sido 'hombre de fuego' para el temazcal en Sevilla del 'Camino Rojo o Fuego Sagrado de Itzachilatlan' durante 5 años. Me he formado y he leído bastante sobre el aspecto transpersonal de la Gestalt y su relación con el Busdismo Zen, y me sigue intrigando la profundidad de todas las enseñanzas que transmiten la liberación de la mente como una respuesta a recuperar mi salud, poder y libertad personal. Ahora me doy cuenta de que ya no sigo a nadie, sino es a mí, con lo cual mi respuesta a la pregunta anterior se limitó a dos palabras. Respiración y práctica. Foto: @alvaro_parada_photos |